Se trata de un Retablo, en el estricto sentido del término, al modo medieval, en el que, a través de diferentes espacios o cuarteles, se narra una historia.
El “Retablo Silense”, que es el título de esta obra, cuenta la propia historia de la Abadía, mediante determinados hitos muy significativos que son los que han caracterizado y dado fisonomía al Monasterio de Silos.
Está dividido en diez cuarteles conteniendo siete aspectos iconográficos:
El Scriptorum
Los cuarteles uno y dos, con formato de díptico, están referidos al Scriptorium, es decir, el taller donde se produjeron importantes manuscritos, en algunos de los cuales se contienen los primeros testimonios escritos del castellano y alguno de los más preciados manuscritos musicales de occidente.
Está resulto a base de láminas superpuestas, deterioradas en su ejecución como manifestación evidente de la acción del tiempo.
El taller de Silos
El cuartel cuarto, recoge, en negativo, la huella de una cruz procesional en clara referencia al taller de orfebrería y esmaltes medievales, conocido con ese nombre.
El Románico
Un esquema de arco y de capitel ocupa el cuartel cinco, como síntesis del estilo románico, de tan alta significación en la Abadía de Silos y cuyo exponente más elocuente es el Claustro.
Las Peregrinaciones
Los monasterios en la Edad Media protagonizan la transmisión de la cultura a través de los caminos de peregrinación. Los cuarteles seis y siete están signados con las huellas de los peregrinos como testimonio del significado de Silos en esa época, al ser uno de los más influyentes centros religiosos de Castilla.
El Ciprés
El eje central del Retablo lo ocupan los cuarteles tres y ocho, que están dedicados al mítico ciprés: un fragmento de la copa deja la impronta de su huella, en negativo, mediante el arrancado de la materia, mientras el tronco, en positivo, muestra la fuerza telúrica de su enraizamiento.
Las Cadenas
El cuartel nueve compone, con unos eslabones y sus respectivas sombras, la referencia heráldica a las cadenas que Santo Domingo cortaba para liberar a los cautivos.
La lápida
Finalmente, el cuartel diez es una lápida, con claras manifestaciones de la acción del tiempo, en inscripciones en gótico arcaico, signando título, fecha y autor.
Aspectos Técnicos
El retablo ocupa una superficie de 580 cm de largo por 280 de alto. Está compuesto por diez bastidores de 140 x 116 cm cada uno, siendo éstos de madera de pino de 7 cm de ancho por 2 cm de grosor, con travesaño central.
Se ha empleado tela de lino hervido 100%, de 340g/m2 de grosor.
La técnica pictórica empleada es una técnica mixta a base de resinas, acetatos, pigmentos, piedra pómez molida y polvo de mármol.
La colocación y montaje definitivo del Retablo en el Refectorio de la Hospedería del Monasterio de Silos, tuvo lugar el día 10 de Julio de 1999, bajo la dirección del Equipo de Diseño Macua y García-Ramos, de Madrid.